domingo, 6 de septiembre de 2009

El dia en que conoci al señor Simpson y a su jefe

¡Mae no mienta! fue la primera reacción que llegó a mis oidos despues de tan descabellada historia - para el receptor por supuesto, porque para mi fue tan real como la vida misma-

Algún día del año 2008 me di cuenta que el mundo de las caricaturas no esta tan lejano de lo verídico y tangible así como Mickey Mouse es real en Disneylandia. Ese día me di cuenta que las leyendas urbanas no son un mito.

En ese tiempo todavía le hacía a la asistencia legal, cuando recibí instrucciones: "vas a ir aquí al Scotia a cambiar este cheque, después te vas para el Registro y pagás las escrituras", "claro que sí urrutia", contesté. Plácidamente este humilde jornalero se dirigió al banco para cumplir las labores de su yugo.... mañana fresca.... poca fila en el banco (soy un tipo impaciente)

Rápidamente me dispuse hacer la fila cuando me percaté que delante mío habían dos tipos que se expresaban más o menos así: "pus orale guey mirá que el necaxa la tiene dura", mientras el otro contestaba: "sabes que...pus si verdad!". Evidentemente me encontraba entre un escenario de conversación típicamente mexicana y futbolera. Sin querer queriendo, - otro matiz mexicano- pegué la oreja a la agradable plática y a los 5 minutos ya estaba intercambiando criterios técnicos como buen D.T (los costarricenses también somos D.T) con mis nuevos amigos mexicanos los cuales llamaré señor H y señor G por el momento.

Una señorita muy amable me atendió y en menos de 5 minutos me dirigía para la salida, cuando para mi sorpresa, los agradables señores me estaban esperando afuera. En ese momento recordé que yo era una persona con antedentes delictivos, no como criminal, sino como víctima. Pero bueno tenía que salir de todos modos para terminar la encomienda del día y ganarme los frijolitos.

Sin embargo, los dos señores de este cuento resultaron ser buenas personas.

Señor G: Diego, ¿sabes donde podemos comprar cigarros y algo para comer?, pasamos directo del aeropuerto a este banco.
Diego: ¿Ah una pulpería?
Señor H: ¿una que? (evidentemente se me salió lo criollo con mi pregunta)
Diego: Digo como un abastecedor
Señor H: Si correcto
Diego: Pues tienen que seguir de aquí directo, donde termina la cuadra y.......
Señor G: oye Diego pues muchas gracias por tu amabilidad y como nos caiste bien te queremos invitar a una convención de cómics que va a ver en Ojo de Agua, yo soy Gabriel Chavez la voz del señor Burns para Latinoamérica y mi amigo hace la voz de Homero Simpson

Evidentemente este servidor fue muy escéptico hasta el punto que se me salió una risa nerviosa. Pero bueno no estaba de más probar con hechos empíricos la veracidad de sus palabras...

Diego: ¿Entonces usted es Humberto Vélez? (al señor H)
Señor H: Si yo soy. (de su maleta saca un pasaporte con las letras: ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Nombre: HUMBERTO VELEZ MONTIEL

Aún así me era difícil creer lo que mis ojos veían, entonces me sometí a la prueba de voz:

Diego: Diga diga algo como Homero
Señor H: Hola soy Homero Simpson y me vine directo desde Springfield para Costa Rica, estoy muy contento de estar aca, wajuuu! (voz original de Homero J. Simpson sin ninguna duda)

En ese momento me quedé entre perplejidad e incredulidad hasta que el señor G se vuelve hacia mi y me dice: "Excelente"

Por supuesto, alguien más tenía que dar fe de esto o por lo menos lo tenía que rajar en el momento y no por haber conocido a dos tipos del calibre de Burns y Homero sino por la serie de circunstancias que me condujeron a tal encuentro. Malagón no contesta el teléfono y llamo a mi hermano:

Diego: Mae José no me lo va a creer estoy hablando con Homero Simpson
Jose: Ya ya idiota, ¿que pasó? (tan dulce como siempre)
Diego: Mae es en serio me acaba de topar con Humberto Vélez el mae que hace la voz de Homero en español y el mae del señor de Burns. Tome hable con mi hermano por favor, se llama José Carlos (al señor H)

Señor H: ¿Bueno? Hola soy Homero Simpson y vengo de la ciudad de Springfield hasta San José, tenemos que ir a tomar cerveza al bar de Moe!
Jose: ¡Que rajado no lo puedo creer! (esto fue en pleno cague de risa)

Ahora bien, como estas cosas no suelen ser muy cotidianas definitivamente debía documentarlo de alguna manera. Un par de hojas de mi gastado cuaderno de notas abogadísticas con información del brete por detrás fueron suficientes para que los señores mexicanos estamparan lo siguiente:

Para Diego de Humberto Vélez ¡Ou!

Diego Eres....¡EXCELENTE! (dibuja su firma terminando el último trazo en una clara figura de la cara de Mr Burns)

Entre una que otra palabra más los tres seguimos nuestros rumbos ellos con una experiencia quizá bastante común en su vida y yo con una anécdota increíble para contar y para rajar diciendo que hablé con el único hombre capaz de decir: "Operadora! ¡Deme el número para el 911!"