
Enero 2008
Despertar a oscuras, frío en los huesos. Agua brota de mis ojos, ¿tan sólo agua?, baja un ténue líquido de color rojo. Punsante sollozo que se clava como estaca en el corazón.

Enero 2009
Llega la revancha, oportunidad de reinvidicación personal, un nuevo paseo es una nueva alegría. Arribo, toco suelo, volteo y apenas se empiezan a asomar los participantes de una fiesta eterna, del gran desfile. Mis camaradas me acompañan, no podrá ser un mejor día.
Aquel triste enero del 2008 queda atrás, vuelta de hoja y queda en la memoria un recuerdo añejo de un verano no muy grato, de un viejo amor que ya pasó, que ya expiró, que ya claudicó...